1/10/14

Só deixaron os testículos

Los vecinos de Irixoa piden batidas de lobos después de que varios de sus perros fuesen devorados en los últimos meses

En los montes de Irixoa y Monfero han sumado ya hasta quince perros muertos a causa de voraces ataques de manadas aún por determinar si de lobos o perros salvajes. En la mayoría de los casos las mascotas estaban atadas a muy pocos metros de las viviendas. Es el caso de Jesús Carlos González, vecino de la parroquia de Verís, en Irixoa, donde su perro fue devorado a mediados de agosto. Su mujer, Mariflor, lo resume de manera tragicómica: «É para chorar, ou para rir, segundo se mire: só deixaron os testículos». Su malogrado perro, de nombre Chuzas, se encontraba a menos de doscientos metros de la vivienda. Dos semanas después, Jesús asegura haber visto tres lobos atravesando una de las fincas del entorno. «Ían xusto ate o lugar onde estaba o can -relata-, collín o coche fun ate alí e piteille, pero en vez de escapar apenas se inquietaron. O macho era grandísimo». Desde entonces, este matrimonio ha cambiado los hábitos en este tranquilo lugar de la comarca.«Agora temos medo de que volvan a comer o outro can -dice ella mientras señala a una perra más pequeña-, e que nos poidan atacar a nós; eu xa acurtei os paseos, da medo».