Dos tiradores de la Sociedade de Caza e Pesca de Silleda iniciaron ayer en el límite de las parroquias de Piñeiro y Lamela el calendario de batidas para tratar de frenar la abundante población de córvidos que arrasa las plantaciones de maíz de la zona.
Las aves fueron esquivas en esta primera jornada, en que los cazadores dieron muerte a media docena de ejemplares.
La presencia de humanos y el consecuente olor a pólvora tras los disparos hacen que los animales huyan del que se está convirtiendo en su hábitat. La Consellería de Medio Ambiente autorizó batidas también para hoy, mañana, y el viernes en el área. Concretamente, los cazadores actúan en la zona conocida como Mularedos. Ayer estuvieron vigilando desde las nueve y media de la mañana, y hasta las doce del mediodía. Por la tarde volvieron, entre desde las seis, y hasta pasadas las ocho de la tarde. "Hay unas bandadas grandísimas", apunta Carlos Bascuas, uno de los tiradores participantes. Hoy, y en los próximos días volverán. Intentarán hacerlo por la mañana y por la tarde, aunque todo dependerá de la disponibilidad horaria que les permitan sus respectivas ocupaciones laborales.
La presencia de córvidos preocupa, y mucho, a los ganaderos. Durante el pasado fin de semana, el Tecor Farelo también una batida en la zona de Trabancas y Ventosa. "Los ataques son por zonas, y tenemos la impresión de que no es el cuervo común, sino cornejas o similares, porque andan más en bandadas", sostiene el responsable comarcal del sindicato Unións Agrarias, Román Santalla.
El sector carece de subvenciones para compensar este tipo de pérdidas causadas por los córvidos. "Con la Xunta poco contamos; no está ayudando nada", añade el sindicalista. UU AA tiene también constancia de ataques de jabalí en la zona, "aunque quizás menos que el año pasado, y que el anterior", asegura Santalla.
FUENTE: FARO DE VIGO
