15/4/12

Dos jabalíes de nado olímpico alcanzaron el puerto de Ribeira

Dicen algunos ganaderos que hay tantos jabalíes y tienen tanta hambre por la falta de alimento en el monte -antes eran abundantes, ya que se cultivaban mucho más las tierras- que es normal que acaben acercándose a las casas o a cualquier parte. Y razón no les debe faltar. ¿Cómo, sino, explicar la presencia de dos cerdos salvajes en pleno puerto de Ribeira? El hecho parece insólito, pero ocurrió, para asombro de quienes operaban en el muelle, durante la noche de ayer.
Sobre la una de la madrugada, los servicios de emergencias recibieron la llamada de un pescador deportivo. El hombre estaba atónito. Se encontraba con su caña cuando empezó a oír ronquidos. El ruido no era el habitual de la zona portuaria. Y empezó a enfocar con su linterna a ver qué veía. Se quedó de piedra al comprobar que, en las rocas del espigón comercial, había dos jabalíes, uno de unos cien kilos y otro algo menor -se cree que podían ser la madre y una cría-. Avisó al 112.

Se puso en marcha un dispositivo. Hasta el puerto se desplazaron los agentes de guardia de la Policía Local y una dotación del Grumir. Ninguno de estos profesionales acababa de creerse demasiado que unos jabalíes campasen a sus anchas por el puerto. De hecho, pensaron que se trataría de unos canes. Pero nada más lejos de la realidad. Cuando los enfocaron con una luz, vieron claramente que eran unos cerdos salvajes.

Los miembros del Grumir habían llevado unas cuerdas, pero los animales, al detectar la presencia humana, se echaron al mar como si de mamíferos marinos se tratase. Decía ayer tanto la patrulla del Grumir como la Policía Local que parecían «nadadores olímpicos». No en vano, pusieron rumbo a la playa de O Touro y, en pocos minutos, lograron alcanzarla, después de recorrer unos dos kilómetros.

Ahí se les perdió la pista, ya que fueron tan rápidos que no se les pudo dar alcance. Se supone que tirarían luego hacia el monte. O no. El caso es que no se supo más de ellos.

Las hipótesis

Quienes vieron a los animales empezaron a elaborar teorías sobre cómo podían haber alcanzado el puerto. La más plausible pasa porque los cerdos llegasen hasta Coroso a pie y ahí se metiesen en el agua por cualquier circunstancia, quizás porque se asustaron. A partir de ahí, nadando, llegarían hasta el muelle. Incluso había quien opinaba ayer que puede ser que como el monte de A Carballa -no demasiado lejano de la zona de Coroso- se quemó varias veces ya este año los animales tuviesen que cambiar su hábitat habitual y acabasen desorientados y vagando por la zona costera.

Sea por esta u otra circunstancia, lo que tenía claro ayer todo el mundo es que nunca se habían visto unos ejemplares de jabalí en pleno muelle ribeirense. Al parecer, sí que de cuando en vez aparecen conejos de monte, pero jabalíes, lo que se dice jabalíes, parece que no es muy común. Habrá que ver si los cerdos casi olímpicos de Ribeira repiten hazaña y vuelven a dejarse ver a pie de playa.

Singular aparición de animales en el muelle ribeirense

FUENTE: LA VOZ DE GALICIA