1/12/11

El jabalí destroza cuatro hectáreas en fincas de Oirós

Las quejas por los destrozos del jabalí ahora en las praderías prosiguen. Dos ganaderos de la parroquia cruceña de Oirós, José González y Jesús Manteiga, mostraron ayer su malestar al destrozarle a cada uno de ellos una finca de dos hectáreas de terreno por completo, además de daños en otras de menor tamaño. En ambos casos, tuvieron que resembrar de nuevo las parcelas tras un primer ataque y, fueron dañadas otra vez de manera inmediata.
José González explica que los daños pueden valorarse en la finca de dos hectáreas en torno a los 1.000 euros. «Só a semente ten un custe de 200 euros e despois hai que engadirlle todo o traballo porque hai que abonar e preparar», explicó. No es la primera vez que sufren ataques en las fincas. «Antes eran duns trescentos metros cuadrados, pero coma este ano toda a finca, non houbo ningún», explicó este ganadero.

«Houbo que volver a sementar, unha con herba directa, e desfíxoa. Despois de pasar o pisón, a noite seguinte xa levantara todo outra vez», se queja Jesús Manteiga. Este ganadero se muestra ya resignado ante los insistentes ataques. «Xa é excusado pedir indemnizacións, aínda están sin pagar. Xa desisto totalmente», explicaba este ganadero. Manteiga apostó porque al menos las sociedades de caza realicen batidas para controlar la población de estos animales salvajes.

José González, al igual que Jesús Manteiga, tuvo que resembrar en dos ocasiones la finca. «Primeiro destrozou sete ou oito ferrados, sementei e piseino, e o día seguinte, outro tanto e despois xa foi todo o prado», aseguró. En su caso ya contactó con Unións Agrarias de cara a gestionar la presentación de una denuncia ante la Xunta por los daños. «O que pedimos é que se tomen medidas. Entendo que protexan a estes animais pero no seu sitio e non no medio da ganadería», aseguró este ganadero, también concejal cruceño. Además de destrozarle por completo una finca de dos hectáreas, también tiene otros tres o cuatro prados más afectados.

De esta forma, las quejas por los daños a praderías son nuevamente frecuentes, como había sucedido hace meses con las cosechas de maíz.