13/11/11

Los animales han provocado en 2011 casi 400 accidentes de tráficomeses carreteras consecuencias sin parte oficial

El accidente que sufrió hace unos días el presidente de la Xunta, al colisionar su coche oficial contra dos jabalíes que cruzaban la AG-53, a la altura de Piñor, no fue un hecho aislado. Las carreteras de la provincia de Ourense registran cada día al menos una incidencia de estas características, provocada en la mayor parte de los casos por la presencia en la calzada de jabalíes o perros sueltos. Tanto es así que hasta el 30 de septiembre ya se habían contabilizado 380 accidentes, según los datos que maneja la Guardia Civil. Se prevé que al término del año la cifra total pueda llegar al medio millar, ya que los últimos meses del año suelen ser los más problemáticos.

Vías de intenso nivel de circulación, como la A-52, son a menudo escenario de sucesos de este tipo. De hecho, entre enero y septiembre esta calzada registró 40 casos. Sin embargo, la vía más afectada es, con diferencia, la N-525. Términos municipales como el de Coles han sido este año, y lo habían sido en años anteriores, escenario de al menos una decena de colisiones contra jabalíes, perros, corzos y ejemplares de otras especies.

La mayor parte de las incidencias se producen por la noche. Los conductores apenas si tienen tiempo para percatarse de la presencia del animal hasta que lo tienen a pocos metros y lo embisten. En raras ocasiones se producen daños personales por estos choques aunque los daños materiales en los vehículos pueden ser muy graves, sobre todo cuando se trata de animales grandes.

Precisamente, en las primeras semanas del año los caballos sueltos provocaron varias incidencias en la Baixa Limia, según denunciaron los afectados. En algunos casos, las consecuencias en los vehículos fueron gravísimas.

Medidas de prevención

Pese a las cifras, que suponen casi la mitad de los accidentes sin heridos que se contabilizan en Ourense, apenas si se han tomado medidas por parte de las autoridades para intentar evitarlos o, al menos, reducirlos. Tampoco se han señalizado lo que para muchos afectados son puntos negros. Otro asunto es la respuesta de las administraciones que pudieran tener responsabilidad en estas incidencias. En la mayor parte de los casos, las indemnizaciones no llegan.

Enero, el peor. Los meses de invierno, por ser las épocas de caza, son los que registran los peores datos. Solo en enero se contabilizaron 70 accidentes.

La N-525, la más peligrosa. Hasta finales de septiembre esta carretera había registrado 56 colisiones provocadas por animales.

Daños materiales. La Guardia Civil de Tráfico ha registrado 380 incidencias de circulación y solo en un caso hubo heridos, de escasa consideración.

Entre un 10 y un 20%. Se calcula que hay un porcentaje alto de accidentes que no se notifican a las autoridades, sobre todo en pueblos y vías locales.