22/5/10

Gerês-Xurés recibe el diploma como Reserva de la Biosfera

A punto de cumplirse un año de la reunión del Consejo Internacional de Coordinación (CIC) del Programa MaB de la Unesco en la que el parque transfronterizo Gerês-Xurés fue incorporado a la lista de Reservas de la Biosfera, el corazón geográfico de dicho territorio, Riocaldo, acoge esta mañana el acto de entrega de diplomas a los 11 ayuntamientos que integran la reserva Gerês-Xurés. El acto, previsto para esta mañana en el balneario de Lobios, estará presidido por la ministra de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, Elena Espinosa, y su homóloga lusa, Dulce Pássaro.

Situada en territorio "arraiano", la Reserva de la Biosfera Transfronteriza Gerês-Xurés está integrada por 259.496 hectáreas (y cerca de 100.000 habitantes) que conforman los concellos ourensanos de Bande, Calvos de Randín, Entrimo, Lobeira, Lobios y Muíños (Parque Natural do Xurés) y las cámaras lusas de Arcos de Valdevez, Melgaço, Montalegre, Ponte da Barca e Terra de Bouro (Parque Nacional Peneda-Gerês). Rica en ecosistemas de bosques y turberas, así como un considerable número de especies endémicas influenciadas por los climas oceánico y mediterráneo, la reserva Gerês-Xurés comparte un rico patrimonio material e inmaterial.

La isla de Jeju, en la República de Corea, fue el escenario el 26 de mayo de 2009, de la culminación de un largo proceso iniciado en 2007 por el entonces director xeral de Conservación da Natureza, Xosé Benito Reza. Conjuntamente con los técnicos de ambos parques y con el respaldo de todos los alcaldes implicados, así como de las distintas administraciones, "iniciamos por vez primera un proceso de colaboración transfronteriza, aunque desde la década de los 90 ya teníamos en mente la creación de una gran área protegida internacional", recuerda Reza.

Dicho reconocimiento "no es sólo un diploma, sino que supone un marchamo de calidad ambiental y de desarrollo sostenible al más alto nivel", apunta. La incorporación a la red de reservas, implica la conciliación de la conservación de la naturaleza con el desarrollo económico del territorio. "Una reserva no piensa sólo en el medio ambiente, sino en desarrollar una relación armónica con el hombre e incrementar los beneficios y la calidad de vida de sus convecinos", matiza Reza. Un comité de gestión, formado por representantes lusos y gallegos, se encarga del desarrollo de los proyectos presentados en la candidatura.