20/1/16

3 Claves para la recuperación del conejo de monte

El conejo se encuentra en un estado muy delicado, habiendo llegado a desaparecer en algunas de las zonas tradicionalmente más conejeras de España. ¿Pero está en nuestras manos revertir esta pésima situación?. Expertos sobre la materia nos ofrecen las claves necesarias para la recuperación del conejo.

El conejo de monte es una de las especies clave en el Ecosistema Mediterráneo de la Península Ibérica, estando presente en la dieta de multitud de especies amenazadas como el lince ibérico o el águila imperial. Pieza reina de la menor junto con la perdiz roja o la liebre ibérica, tiene el honor de haber sido el responsable del origen del nombre de nuestro país. Por otra parte, destacar también que se trata de una especie originaria de la Península Ibérica que ha dado lugar a todas las razas de conejos domésticos que hoy conocemos y que desde aquí ha colonizado prácticamente todo el mundo, estando presente en cualquier latitud.

A pesar de esta evidente importancia, el conejo de monte no siempre ha sido apreciado como se merece, pues hasta hace menos de 100 años, debido a su abundancia, era considerado como una plaga contra la que se luchaba con todos los métodos posibles y sin cupos de captura.

Sin embargo, en el momento actual su situación es radicalmente diferente. A pesar de que en algunos lugares concretos todavía sigue causando daños en cultivos o incluso poniendo en riesgo la estabilidad de algunas vías públicas por la colonización de taludes de autopistas o tramos ferroviarios, su situación general dista mucho de la mencionada en el párrafo anterior, habiendo llegado incluso a desaparecer en territorios tradicionalmente conejeros de buena parte de España.

Este aspecto se confirma si recurrimos a las tablas de aprovechamientos cinegéticos de los últimos años, donde podemos comprobar cómo el número de conejos abatidos ha sufrido importantes descensos a lo largo del último siglo. Primero, en los años 50 con la aparición de la mixomatosis; después, en los 80 con la Enfermedad Hemorrágico Vírica; y desde 2012 por una nueva variante de este último virus que provoca la casi eliminación total de las poblaciones a las que afecta por su gran virulencia.

Estas acentuadas crisis que ha sufrido nuestro conejo de monte en la historia reciente han repercutido tanto en la caza como en los cazadores por la mayor presión ejercida sobre otras especies con una situación ya crítica de por sí, como la maltrecha perdiz roja. Pero también lo han hecho sobre la conservación de especies como el lince ibérico y el águila imperial, emblemas de nuestro patrimonio que no atraviesan tampoco por su mejor momento.

Ante este panorama, resulta fundamental plantear algunas reflexiones y, sobre todo, ponerse manos a la obra para tratar de revertir la situación de la especie mediante el diseño y ejecución de una estrategia integral de gestión que garantice la viabilidad de sus poblaciones a
medio y largo plazo.

A nuestro juicio, la gestión práctica del conejo de monte se debe sustentar en tres pilares:

1 - Enfermedades del conejo :

El primer paso será analizar y conocer la epidemiología de las enfermedades que afectan al conejo para poder gestionar su situación, fundamentalmente, Mixomatosis y Enfermedad Hemorrágico Vírica.

No es sencillo realizar una gestión sanitaria efectiva en poblaciones silvestres, más aún cuando se trata de enfermedades víricas que carecen de tratamientos específicos y contra las que casi únicamente disponemos de la vacunación como herramienta de lucha.

Desde nuestra experiencia de campo no recomendamos vacunar salvo en casos extremos donde la enfermedad sea endémica y las poblaciones de conejo no sean capaces de combatir sus efectos por sí mismas o situaciones donde se manipulen los animales, como capturas para translocación o repoblación. ¿Por qué? Principalmente porque el conejo de monte es un animal muy estresable y el efecto de la captura y el manejo va a generar una importante inmunosupresión que reducirá notablemente la efectividad de las vacunas.

Otra de las actuaciones sanitarias que podemos realizar sobre las poblaciones silvestres es el control de vectores (pulgas, piojos y garrapatas), que reducen las defensas de los animales parasitados y empeoran su condición corporal, haciéndoles más susceptibles a padecer otras patologías. Además, son transmisoras de la Mixomatosis.

2 - Hábitat:

Desde nuestro punto de vista, es el aspecto más relevante para la recuperación del conejo de monte en aquellas zonas donde atraviesa serias dificultades. Además, se encuentra íntimamente ligado a otros aspectos, puesto que un hábitat óptimo es clave para la existencia de poblaciones estables de animales con buena condición corporal, puntos esenciales para combatir con éxito cualquier brote de enfermedad.

Esta gestión, como el resto, debe plantearse de forma específica según las circunstancias del entorno donde se va a realizar y, sobre todo, planificarse, como el resto de acciones, con una perspectiva a medio o largo plazo, puesto que los resultados no se consiguen de un día para
otro.

En todos los casos, el objetivo de la gestión del hábitat para el conejo de monte debe centrarse en la obtención de un entorno diverso, con abundantes zonas de ecotono, esto es, de contacto entre matorral y áreas abiertas o siembras, que generen un hábitat en mosaico donde
los conejos encuentren refugio frente a predadores y disponibilidad de agua y alimento.

3- Gestión cinegética:

Desde un punto de vista estrictamente cinegético, también será fundamental aplicar una gestión razonada y sostenible, basada en la situación real del acotado. Para ello, la realización de censos y estimas de densidad de las poblaciones serán herramientas imprescindibles para todo buen gestor.

Conocida la situación de partida, algunas medidas a poner en práctica podrían ser:

- Establecimiento de horarios de caza y cupos diarios por cazador.
- Análisis y adaptación de los períodos y jornadas hábiles de caza, tanto en función de la densidad presente como de su estado fisiológico, de tal manera que si las condiciones ambientales provocan un adelanto de la temporada de cría, el sentido común recomienda adelantar el cierre de la temporada.
- Creación en el coto de zonas de reserva, que deben ser elegidas en función de la calidad de su hábitat y la presencia de conejos.

El definitiva, el conejo de monte es una especie de gran importancia en los ecosistemas mediterráneos que atraviesa situaciones dispares, muchas veces extremas, incluso en cotos muy próximos, que requieren de labores de gestión específicas adaptadas a sus circunstancias puntuales.


Estos son algunas de las claves más importantes para la recuperación del conejo de monte, si quieres profundizar en ellas no te pierdas el artículo escrito por el equipo téctino del Instituto Europeo de Cultura Agroambiental en Trofeo Caza nº 541 junio 2015

FUENTE: TROFEO CAZA