Sin embargo, nada de eso impidió que el lobo entrase en la finca -la dueña supone que por un hueco de la red- y agrediese a ocho cabras de un rebaño compuesto por un total de 13 cabezas. A juzgar por las huellas, a la finca, según explicó la dueña de los animales, debió de entrar más de un lobo.
Ayer afirmó que había informado a la Xunta de lo ocurrido para la retirada de los animales, y desveló además que no era la primera vez que en la parroquia, cercana a la carretera N-634 y a la autovía del Cantábrico (A-8), se daban problemas de este tipo. Hace meses, dos ovejas también resultaron muertas por ataques de un lobo, que acabó marchando del lugar al ser descubierto y ahuyentado desde una pista cercana por los ocupantes de un turismo.
FUENTE: LA VOZ DE GALICIA