En Ons quedan ya pocos gatos. Con excepción de los que son propiedad de los vecinos que residen en la isla todo el año, el resto de los felinos, los asilvestrados, han sido retirados con éxito. Los pocos gatos que quedan tendrán una marca identificativa, un microchip que permitirá saber de quién son en caso de extravío, y que funcionará como el «cascabel» del cuento infantil. La Consellería de Medio Ambiente considera que se ha logrado contener un grave problema ecológico que ponía en riesgo la biodiversidad de la isla.
El año pasado se retiraron hasta 45 ejemplares, que se repartieron entre protectoras y asociaciones de la provincia. Este año se ha seguido con este programa, que la Dirección Xeral da Conservación da Natureza dio por finalizado oficialmente. No se bajará la guardia, porque se mantendrá en vigor un protocolo de detección de felinos asilvestrados, pero se considera que la parte más urgente y complicada del trabajo está resuelta.
Los gatos son, junto con los perros y los canarios, las mascotas más frecuentes en los hogares gallegos. Inofensivos cuando se encuentran confinados a las cuatro paredes de una casa, son terribles depredadores para reptiles y aves cuando se hallan en libertad.
Riesgo para lagartos ocelados
Ons es una isla y por eso un enclave ecológico muy frágil. Además es el lugar de anidamiento y parada de miles de aves. Las mayores colonias de gaviota patiamarilla y cormorán moñudo de Europa se encuentran en el Parque Nacional Islas Atlánticas. El enclave buenense también destaca por una amplia variedad de especies reptiles y anfibios.
Todos estos animales son susceptibles de convertirse en presa de los felinos asilvestrados. Las aves pueden sufrir los efectos de los gatos salvajes en sus nidos, mientras que los lagartos ocelados son presa fácil de sus garras. El resultado es una agresión al ecosistema insular que puede tener consecuencias fatales.
Inadvertidos para la mayoría de los visitantes, la actividad de los lagartos ocelados es fundamental para el moldeado y distribución de los arbustos. Su reducción o su extinción supone un impacto irreparable. Los gatos sueltos son sus principales depredadores.
Por esta razón, entre otras, Medio Ambiente se aplicó a fondo para conseguir erradicar los mininos asilvestrados. Se colocaron trampas para capturarlos, se buscaron las señales que delatasen su presencia, como excrementos y huellas, y se les grabó con cámaras. Así se pudo saber por dónde estaban y esta información facilitó su captura y control.
Desde el año pasado Islas Atlánticas dispone de un vídeo, hecho por el Grupo de Ecología y Evolución de Plantas, dependiente de la Universidade de Vigo. Este trabajo explica de forma concisa el problema de los felinos sueltos y aspira a concienciar a los visitantes de respetar la integridad del ecosistema insular.
Entre microchips, controles y retirada de ejemplares asilvestrados, Ons aspira a ser una isla libre de mininos para tranquilidad de su fauna autóctona.
El año pasado se retiraron hasta 45 ejemplares, que se repartieron entre protectoras y asociaciones de la provincia. Este año se ha seguido con este programa, que la Dirección Xeral da Conservación da Natureza dio por finalizado oficialmente. No se bajará la guardia, porque se mantendrá en vigor un protocolo de detección de felinos asilvestrados, pero se considera que la parte más urgente y complicada del trabajo está resuelta.
Los gatos son, junto con los perros y los canarios, las mascotas más frecuentes en los hogares gallegos. Inofensivos cuando se encuentran confinados a las cuatro paredes de una casa, son terribles depredadores para reptiles y aves cuando se hallan en libertad.
Riesgo para lagartos ocelados
Ons es una isla y por eso un enclave ecológico muy frágil. Además es el lugar de anidamiento y parada de miles de aves. Las mayores colonias de gaviota patiamarilla y cormorán moñudo de Europa se encuentran en el Parque Nacional Islas Atlánticas. El enclave buenense también destaca por una amplia variedad de especies reptiles y anfibios.
Todos estos animales son susceptibles de convertirse en presa de los felinos asilvestrados. Las aves pueden sufrir los efectos de los gatos salvajes en sus nidos, mientras que los lagartos ocelados son presa fácil de sus garras. El resultado es una agresión al ecosistema insular que puede tener consecuencias fatales.
Inadvertidos para la mayoría de los visitantes, la actividad de los lagartos ocelados es fundamental para el moldeado y distribución de los arbustos. Su reducción o su extinción supone un impacto irreparable. Los gatos sueltos son sus principales depredadores.
Por esta razón, entre otras, Medio Ambiente se aplicó a fondo para conseguir erradicar los mininos asilvestrados. Se colocaron trampas para capturarlos, se buscaron las señales que delatasen su presencia, como excrementos y huellas, y se les grabó con cámaras. Así se pudo saber por dónde estaban y esta información facilitó su captura y control.
Desde el año pasado Islas Atlánticas dispone de un vídeo, hecho por el Grupo de Ecología y Evolución de Plantas, dependiente de la Universidade de Vigo. Este trabajo explica de forma concisa el problema de los felinos sueltos y aspira a concienciar a los visitantes de respetar la integridad del ecosistema insular.
Entre microchips, controles y retirada de ejemplares asilvestrados, Ons aspira a ser una isla libre de mininos para tranquilidad de su fauna autóctona.
FUENTE: LA VOZ DE GALICIA
