La última incursión de los jabalíes en el entorno del paseo marítimo de Cariño, en la madrugada de ayer, ha hecho recordar a los vecinos lo ocurrido hace tres años. Los cerdos salvajes hozaron hasta destrozar buena parte del césped de la zona próxima a las Casas Baratas, junto a la playa de A Concha. El monumento dedicado a la Pescantina está rodeado de rosas silvestres y desde la mañana de ayer, también de terrones. Los levantados por estos animales en busca de alimento, «unhas boliñas pequenas, parecidas ás da herba da fame, que dan moi mal cheiro», explica un jubilado, pero que parecen encontrarse entre los alimentos preferidos por estos mamíferos.
Al otro lado del sendero también excavaron y el campo aparece salpicado de pequeñas pilas de tierra, como si los topos hubieran actuado recientemente. Los jabalíes no se contentaron con hozar en este lado del paseo marítimo cariñés sino que también actuaron en el prado situado en la parte de atrás de la Casa da Cultura y en las inmediaciones del pabellón polideportivo municipal. «Isto antes non pasaba, porque os xabaríns non baixaban ao pobo. Antigamente non había este problema», señalaron un grupo de pensionistas, sorprendidos por la invasión durante su paseo matinal. «A Xunta de Galicia debe asumir algunha responsabilidade, porque non teñen control destes bichos; hai moitos destrozos nas fincas e nos cultivos», apuntó otra mujer, «indignada» por que «ninguén se fai cargo despois das consecuencias».
La alcaldesa de Cariño, la nacionalista Purificación Seixido, también mostró su malestar por lo ocurrido: «Esperemos que desde a Xunta fagan algo para atallar o problema, xa que nós non temos competencias nin medios para combatir esta praga». En algunas zonas de Ortegal, los lugareños fortifican sus huertas [con redes de pesca, estacas de madera, somieres o tablones] para defender las plantaciones del jabalí. Pero a este paquidermo se le resisten pocos obstáculos. En la zona de Ribeiras do Sor (Mañón) han optado, con relativo éxito, por utilizar pastores eléctricos.
FUENTE: LA VOZ DE GALICIA
