5/6/14

Asume un año de cárcel el cazador que mató a otro en una batida en Cabana

El cazador que mató accidentalmente a un compañero de batida en el monte Rioboo, en Cabana, el 13 de diciembre del 2009 fue juzgado ayer en A Coruña y asumió una condena de un año de cárcel, que se sustituye por dos de libertad condicional. Inicialmente, el fiscal solicitaba para él tres años de reclusión como autor de un homicidio por imprudencia.
El ahora condenado participaba el día del suceso, junto a otros cinco compañeros, en una batida de zorro en el coto Sociedad Venatoria de Bergantiños. A media mañana se encontró con Francisco Javier Suárez Blanco, uno de los cazadores que participaba, quien le indicó que acababa de avistar un jabalí en unos matorrales. Se separaron, avanzando Francisco Javier hacia la zona donde había visto al animal y quedando el otro cazador en su misma posición y agazapado detrás de un vallado de piedras. Fue en aquel momento, recoge el fiscal en su escrito de acusación, cuando procedió a sustituir los cartuchos que llevaba en su escopeta por una bala, que disparó unos minutos después al ver movimiento en los matorrales donde le había indicado Francisco Javier que había visto al jabalí.

Sin embargo, el proyectil impactó en la garganta de su compañero y pese a que a la zona se desplazaron servicios sanitarios del 061 e incluso un helicóptero, no pudieron hacer nada para salvarle. El ahora condenado también había recibido asistencia médica el día del suceso debido al grado de ansiedad y nerviosismo que presentaba.

La sentencia acordada ayer conlleva que el acusado no podrá, durante dos años, renovar su licencia de armas. En el momento del suceso, se comprobó que tenía toda la documentación en regla para participar en la batida: la licencia de armas, la de caza y la del coto privado de caza. Asimismo, tenía concertado el seguro obligatorio de responsabilidad civil del cazador y el coto de caza también tenía una póliza y serán estas compañías las que asumen la indemnización a la familia del fallecido, que tenía mujer y dos hijos.

FUENTE: LA VOZ DE GALICIA