Galicia vuelve a ser territorio oso, eso es lo que, al menos, asegura Guillermo Palomero, presidente de la Fundación Oso Pardo (FOP). Y es que con la llegada de la primavera, las correrías en suelo gallego de los plantígrados asentados en la cordillera Cántabrica se multiplican.
La miel de las colmenas y las cerezas parecen ser dulces tentaciones a las que los osos no pueden resistirse. De hecho, los primeros ataques de plantígrados a colmenas en Galicia, para degustar el sabroso néctar, ya han comenzado y se han localizado en la zona de Lóuzara, en el municipio lucense de Samos. En concreto, en el núcleo de Praducelo los destrozos han afectado a 16 colmenas, en un par de incursiones de los escurridizos osos .
FUENTE: EL CORREO GALLEGO.