El propietario de cinco fincas en Vimianzo ocupará el banquillo de los acusados para responder por un delito relativo a la protección de la fauna por el que el fiscal pide que sea condenado a una multa de 2.400 euros y la prohibición de cazar en año y medio.
El procesado, cansado de que los jabalíes le destrozasen sus fincas, en lugar de solicitar medidas de control cinegético a la Xunta y al responsable del coto de caza de la zona, elaboró una serie de trampas consistentes en lazos acerados enganchados en troncos de árboles y una grada de tractor sostenida por un tronco partido a la mitad.
La Guardia Civil lo descubrió, montó un operativo y no pudo salvar la vida de una jabalina que había caído en una de las trampas, sorprendiendo al acusado con las manos en la masa.
FUENTE: LA VOZ DE GALICIA
