15/1/14

Un año para olvidar

Las peores previsiones se cumplieron y la temporada de caza menor, que finalizó el pasado lunes, fue de las peores que se recuerdan en Galicia. La alegría va por barrios, pero este año ha sido especialmente difícil encontrar una sociedad de caza satisfecha con los resultados cinegéticos de la campaña 2013-2014, sobre todo en Pontevedra, donde las poblaciones de conejo, la especie reina, se vieron diezmadas, principalmente, por los brotes de neumonía hemorrágico-vírica.
Las medidas proteccionistas que tomaron algunos tecores hicieron que la temporada se pudiese salvar, pero no evitaron la incidencia de las enfermedades, que fueron las grandes protagonistas de la campaña. De hecho, en algunos puntos de la provincia se han visto conejos afectados durante los últimos meses y se están volviendo a ver ahora, algo muy poco habitual. Además, la aparición de una nueva cepa del virus de la neumonía hemorrágico-vírica está afectando a los gazapos.

En el mes de diciembre, algunas sociedades se llegaron a plantear el cierre anticipado de la temporada, algo que finalmente no sucedió en ninguna. Otras, como la de Portas, no permiten cazar los jueves y festivos de carácter nacional o autonómico, solo los domingos, una decisión que se tomó hace varios años y que funciona bastante bien.

«No se caza en la medida que nos gustaría, pero al menos pudimos salvar la temporada. Algunas familias llegaron al medio centenar de conejos, cuando en algunos tecores de Cuntis y de Caldas me dijeron que no se llegó a la docena de capturas», explica Manuel Martínez, presidente de la Sociedade de Caza e Pesca de Portas.

Martínez se muestra muy crítico con la situación a la que se ha llegado, ya que considera que se podrían haber tomado algunas medidas para evitar la desaparición de la caza menor en Galicia. «La situación es muy mala y era algo previsible», comenta, y señala como gran problema, además de las enfermedades, las repoblaciones con conejos híbridos.

Barro y A Lama

Algo más optimista se muestra Lucho, presidente del tecor de Barro, que comenta que «se confirmaron las previsiones, pero la temporada no fue tan negativa como se pensaba en principio».

Lucho explicó que muchos cazadores de la zona «se están ‘reconvirtiendo’ a la caza de zorro» ante la escasez de conejos y también a la de palomas torcaces y de jabalí. «La gente fue asimilando bien que este año las poblaciones estaban muy tocadas. A ver cómo responde ahora ante las batidas de caza mayor después del cierre tan malo en menor».

En A Lama las sensaciones fueron muy similares. «Se vieron pocos conejos, pero muchos zorros», comenta Román Reguera, que suele cazar en la Serra do Suído, donde las condiciones meteorológicas son un factor más a tener en cuenta.

«El primer mes tuvimos muy buen tiempo, pero después hubo mucha lluvia y niebla y perdimos algunas jornadas de caza, sobre todo con el temporal», explicó Reguera.

FUENTE: DIARIO DE PONTEVEDRA