31/3/13

Casi 700 accidentes de tráfico fueron causados por animales el último año

La irrupción de animales silvestres o domésticos en los casi 6.000 kilómetros de la red carreteras, urbanas, interurbanas y pistas municipales que discurren por toda la provincia provocaron el pasado año 684 accidentes de tráfico, una elevada cifra que ha ido en aumento en los últimos años (un informe de Tráfico del año 2004 cifraba en 214 los accidentes de este tipo registrados en Ourense). Y, aunque ninguno causó heridos graves , sí importantes daños materiales a lo que abría que añadir siempre el riesgo que entraña para la integridad de los conductores.


A nivel estatal, Galicia, con 3.108 accidentes, figura como la segunda comunidad después de Castilla y León con mayor incidencia de este tipo de siniestros, que se acrecientan con la llegada de la primavera por la mayor actividad de las distintas especies durante el amanecer y el ocaso.

Lugo figura entre las provincias españolas con más problemas de seguridad vial atribuida a animales: 1.187 accidentes el pasado año, hecho al que no son ajenos sus 10.500 kilómetros de vías rurales que atraviesan zonas boscosas.

Para los responsables del mantenimiento viario de la Xunta en Ourense, las causas que están detrás de esta repercusión están directamente relacionadas con el abandono del medio rural y las consecuencias derivadas de la fragmentación que provocan las nuevas infraestructuras en los hábitats naturales, sin olvidar los muchos kilómetros que en Ourense discurren por el monte así como el creciente volumen de tráfico rodado, que provocan que animales y coches tengan mayor oportunidad de confluir en el camino.


TRIÁNGULO PELIGROSO

El triángulo Amoeiro, Coles y Vilamarín junto a Cea, San Cibrao, Castro Caldelas, Esgos (OU-536) y Ribadavia son las zonas más peligrosas debido a la incursión de la fauna en el asfalto, tal como destacan víctimas de accidentes y cazadores. La N-525 se lleva la palma: un estudio del Ministerio de Fomento publicado a finales de 2004 la incluía en la relación de las 10 principales carreteras con más siniestros atribuidos a la fauna.

Jabalíes y corzos son los animales que más los provocan. El primero de ellos, por ejemplo, el 54 por ciento del total. La gran movilidad de este mamífero incide en su mayor presencia en las carreteras. 'Una noche puedan caminar entre 40 y 50 kilómetros en busca de alimentos', explica José Luis Leites, presidente de la Federación Galega de Caza en Ourense. Los incendios, la maleza y el abandono del rural están acercando las manadas a núcleos poblados, de ahí su frecuente aparición en carretera. En cuanto a los animales domésticos, son los perros los que mayor número de accidentes provocan (112 en Ourense), sobre todo lo abandonados a su suerte por sus dueños.

La siniestralidad con animales, además, implica un problema añadido, su difícil solución, pese a que en los últimos años las distintas administraciones con competencia en la conservación de carreteras han mejorado los vallados perimetrales, la señalización específica, incrementando más pasos de fauna tanto superiores como inferiores. De hecho, el vallado, aunque es una de las medidas más eficaces, trasladan el problema a lugares en donde este se acaba. El ejemplo más representativo es la AG-53 (Ourense-Santiago), en donde hasta el propio presidente de la Xunta no se libró de un accidente cuando colisionó el coche en el que iba con un jabalí a finales de noviembre de 2011. En relación con las vías que por ley tienen que estar protegidas de las propiedades colindantes, los agentes de Tráfico creen que los cerramientos deberían estar enterrados a mayor profundidad ya que muchos animales excavan para traspasar la barrera.

Para Mercedes Fernández González, una de las portavoces del Colectivo de afectados por accidentes de tráfico en Galicia, el problema se solucionaría, sobre todo, con información. 'Hemos recalcado por activa y por pasiva que nos estaríamos ahorrando muchos accidentes si en los paneles luminosos de las vías se alertarse, en ocasiones muy puntuales, en época de caza o durante el periodo de cría del jabalí o el corzo, del peligro que representa la presencia de animales sueltos en las calzadas', asegura. Para el jabalí son los meses de octubre a enero aquellos en los que ocurren más atropellos; para el corzo de abril a agosto y de noviembre a marzo para la mayoría de los domésticos.

Leites también apunta a la necesidad de que los siniestros con animales deberían estar cubiertos por todos los seguros del automóvil ya que las sociedades de cazadores, a través de sus pólizas de responsabilidad civil, sólo se hacen responsables en los días hábiles de caza'.

FUENTE: LA REGION