25/2/13

Una Ley de Caza para los piratas



El Conselleiro de Medio Ambiente, D. Agustín Hernández dijo a la agencia EFE el pasado 13 de enero de 2012 que “el objetivo era lograr un consenso con los cazadores y otros actores del sector”. Se refería con esas palabras al Anteproyecto de la nueva Ley de Caza de Galicia.

Ha pasado más de un año y esas palabras se las debe haber llevado muy lejos, no el viento, sino alguna de las ciclo génesis explosivas que han visitado Galicia en los últimos meses, a tenor de lo que se puede ver en el Anteproyecto de Ley de Caza que el Consello da Xunta aprobó el pasado 7 de febrero de 2012.

Cuando los cazadores estábamos esperando que la Consellería de Medio Ambiente publicara en el Diario Oficial de Galicia el informe sobre las alegaciones presentadas en el mes de marzo al texto inicial, nos encontramos con la noticia de que ya estaba vendido todo el pescado.

La Xunta de Galicia ha incumplido lo que dispone el Artículo 16.1.d) de la Ley 27/2006, de 18 de junio, el derecho de acceso a la información ambiental, y los cazadores de Galicia nos hemos quedado sin conocer los motivos por los cuales no se han aceptado la inmensa mayoría de las alegaciones que se presentaron.

Y cuando por fin hemos podido leer con detenimiento el nuevo texto, nos hemos encontrado con una nueva Ley de Caza que no gusta nada a los cazadores, y así lo hemos manifestado desde las distintas asociaciones en los últimos días.

Pero lo más grave es que además de no haberse tenido en cuenta la inmensa mayoría de las alegaciones presentadas, en muchos artículos se han reformado apartados con los que los cazadores estábamos de acuerdo, de forma que ahora pasan a ser perjudiciales para las Sociedades de Cazadores.

El motivo de estos cambios “hacia atrás” los desconocemos, pero si que somos capaces de ver quien serán los grandes beneficiados con el nuevo texto: el lobby de la caza comercial.

Parece que el empeño de algunos por convertir los montes de Galicia en un mosaico de explotaciones comerciales empieza a dar sus frutos, a tenor de los cambios que se han introducido sobre el texto original que salió en su día a información pública.

Sangrante resulta ver como se ha pasado de exigir a los que solo quieren hacer negocio a costa de la caza, de contar con el 100% de la titularidad de los terrenos sobre los que asentar sus explotaciones comerciales, a permitirles incluir hasta un 25% de superficie no cedida por sus propietarios; es decir, los han puesto de un plumazo al mismo nivel que los Tecores.

Está claro que esta ley no es una ley de caza, sino una ley de pirateo cinegético con autorización Administrativa. Suena duro, pero es la realidad que se puede palpar después de ver el trato preferente que se quiere dar a estos chiringuitos del negocio que son un ejemplo claro de lo que no debe ser la caza en Galicia.

Las explotaciones cinegéticas en Galicia han sido, durante los últimos años, el mejor ejemplo de vulneración de la Ley 4/1997 de Caza de Galicia, a pesar de estar reguladas de una forma precisa en la misma. Pozos de dinero negro a los que la Xunta de Galicia parece no querer asomarse, y a los que nunca les ha exigido todo lo que recoge la actual Ley y el Reglamento de Caza, porque de haberlo hecho, otro gallo cantaría.

Con el nuevo articulado, estos paraísos fiscales del dinero de la caza podrán campar a sus anchas, bajo la bandera del “desarrollo rural” y esas frases bonitas que se utilizan para justificar lo injustificable. ¿desarrollo rural?  ¡Economía sumergida pura y dura es lo que son!

Y mientras tanto los cazadores nos seguiremos acordando de nuestro glorioso “Jefe de Servicio de Caza y lo poco que queda de la Pesca, al que siempre le gustó “buscarle las vueltas” a la ya moribunda Ley 4/1997 de Caza de Galicia. Una Ley que en su conjunto, se pude calificar como buena para los cazadores, pero que este funcionario, rebotado en su día desde otra Consellería donde se manejaban más cuartos, se ha ocupado de convertir año tras año en un enfermo terminal a base de interpretaciones que han rayado el esperpento, pero que han perjudican sobre manera a la Sociedades de Cazadores

Quizás debería reflexionar el Señor que pasó de ser Jesús a llamarse Xesús cuando el gobierno de Galicia tornó hacia la izquierda y el nacionalismo, y darse cuenta de una vez por todas de que está al Servicio de los Cazadores y de la Caza y no al revés. Que su cargo, el de Jefe de Servicio, es un puesto en el que se tiene que preocupar de mejorar la caza en Galicia y trabajar para que los cazadores nos sintamos orgullosos de nuestra Administración.

Porque su sueldo, el del Sr. Xesús o Jesús, según quien gobierne en ese momento, se lo pagamos todos los cazadores de Galicia y tenemos derecho a exigirle que deje de perjudicarnos con sus decisiones caprichosas que solo han valido para que los “piratas de la caza” campen a sus anchas por Galicia y se rían todos los días de nosotros.

Y para terminar, en lo que a los cazadores y sus asociaciones se refiere, quizás habría que hacer una profunda reflexión sobre lo que ha sucedido desde que se empezó a trabajar en esta nueva Ley, pero a estas alturas y con la que está cayendo, es mejor olvidar el pasado y poner la sonrisa de los domingos, mientras decimos que todos vamos a una.

Que lamentable resulta ver como la última asociación que recibió el nuevo anteproyecto de Ley de Caza ha sido la primera en hacerlo público para todos los cazadores de Galicia. ¡Menuda gloria! ¿Y TODOS los que ya lo tenían, a que carallo están jugando? Mexan por nos e temos que dicir que chove.

Los cazadores de UNITEGA