Recientemente
se ha presentado un interesante trabajo que ha evidenciado un notable
incremento de la tasa de parasitación en los corzos de la Reserva de caza de Os
Ancares. Desde hace algunos años se ha producido un descenso muy importante de
la abundancia de corzos en esta zona del sur de Lugo, habiéndose manejado
varias hipótesis para justificarlo.
El
equipo dirigido por la Dra. Patrocinio Morrondo, catedrática de Enfermedades
parasitarias de la Universidad de Santiago de Compostela, ha realizado un
importante seguimiento de la evolución de la carga parasitaria de los corzos de
esta reserva gallega a lo largo de casi dos décadas. En diferentes trabajos ha
constado que la carga parasitaria de los corzos se ha incrementado con el
aumento de su densidad, hasta el punto de que algunos parásitos, que no son
especialmente patógenos, han podido debilitar a los corzos, contribuyendo de
alguna manera a su actual situación de importante reducción de efectivos.
Su
trabajo más reciente ha sido el estudio de la carga parasitaria de unos
protozoos conocidos como Sarcocystis.
Este trabajo lo ha realizado la veterinaria Ana Pérez Creo, dirigido por la mencionada profesora, conjuntamente con
los Doctores Dª Rosario Panadero Fontán y D. Pablo Díaz Fernández,
profesores también de Sanidad animal en la Facultad de Veterinaria de Lugo.
Estos
parásitos producen quistes en los músculos, sobre todo en los más irrigados,
como el corazón. En un estudio realizado en los años 90, los corzos afectados
presentaban entre 7 y 15 quistes por muestra, mientras que las muestras
actuales tienen una media de 400 quistes / muestra y en el corazón se han
llegado a encontrar más de 800 quistes /muestra. Este notable incremento de la
carga parasitaria llama poderosamente la atención y hace pensar que el estado
sanitario de los corzos de Os Ancares y otras zonas montañosas próximas es muy
precario, pudiendo contribuir a un aumento de la tasa de mortalidad de la
especie.
Los
sarcosporidios encontrados en los corzos no son zoonóticos, esto es, no afectan
a los seres humanos, salvo en situaciones de inmunosupresión, con lo cual la
calidad de la carne está asegurada. No obstante la Dra. Morrondo nos recuerda
que debe evitarse que los perros consuman carne cruda, especialmente corazón,
ya que ellos son los hospedadores definitivos que cierran el ciclo.
El
equipo de la Dra. Patrocinio Morrondo ha colaborado y colabora con la
Asociación del Corzo Español en varias iniciativas para conocer el estado
sanitario de los corzos españoles. Próximamente presentará en Italia una
comunicación sobre el estado del conocimiento de los oéstridos de los corzos (Cephenemyia
stimulator) que se está extendiendo con cierta rapidez por el noroeste
peninsular.