8/5/12

Las instalaciones albergaban desde cachorros de perros a caballos y jabalí

Los agentes del Seprona se encontraron con un espectáculo dantesco cuando en el interior de las naves de As Neves encontraron cientos de cadáveres de animales de todas clases y tamaños. Todos fueron fotografiados y clasificados antes de ordenar su posterior incineración, un material que permitirá proseguir con las investigaciones que se están llevando a cabo para determinar el peligro para la salud pública o el medio ambiente que pudiera tener el destino final de estos restos. Veterinarios de la Xunta colaboraron con la Guardia Civil en este caso. Los agentes encontraron desde cachorros de perros de no más de 200 gramos de peso, hasta animales de gran tamaño, como caballos o jabalíes, u otros animales silvestres que son retirados de la vía pública cuando aparecen muertos. Y ni un solo papel para justificar su procedencia y destino.
Riesgos

Los subproductos animales no destinados al consumo humano pueden generar riesgos para la salud pública y la salud animal. De acuerdo con el reglamento europeo que establece las normas sanitarias aplicables a este tipo de restos, las crisis sufridas a raíz de los brotes de fiebre aftosa, la propagación de encefalopatías espongiformes transmisibles y la presencia de dioxinas en los piensos han evidenciado las consecuencias del uso indebido de algunos subproductos animales para la salud pública y animal, la seguridad de la cadena alimentaria humana y animal y la confianza de los consumidores. También pueden tener un impacto negativo en el medio ambiente, no solo por los problemas de eliminación de residuos que suscitan, sino también por sus consecuencias para la biodiversidad.

Por eso se han establecido unas normas sanitarias para la recogida, el transporte, la manipulación, el tratamiento, la transformación, el procesamiento, el almacenamiento, el uso o la eliminación de los subproductos animales. Solo por medio de una trazabilidad marcada por la normativa europea se pueden prevenir peligros para la salud.

FUENTE: LA VOZ DE GALICIA