Un total de 30 ovejas y corderos que pastaban en terrenos de la parroquia de San Martiño de Sagra, en el municipio de Carballiño, fueron encontrados muertos en la mañana de ayer por su cuidador, José Sequeiros. Las primeras impresiones de la Policía Local y del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil, que se encargan de las investigaciones, atribuyen la masacre a un grupo de perros, si bien su procedencia todavía está sin concretar.
La mayoría del ganado, que forma parte de una explotación de titularidad del párroco, Francisco Lovelle, apareció con mordeduras mortales en el cuello, mientras una de las ovejas fue despanzurrada y otra quedó prácticamente despedazada por los animales agresores. Al respecto, el propio Lovelle manifestó haber visto, a última hora de la tarde del pasado jueves, un vehículo todoterreno con un remolque que habitualmente se utiliza para el transporte de perros de caza.
OTRO ATAQUE
La mitad del rebaño agredido, integrado por medio centenar de ejemplares de ovino y del que sólo se salvaron unos 15, ya que dos ovejas agonizaban al mediodía de ayer, fue atacado directamente en el establo donde estaba guardado, y el resto de los cadáveres fueron esparcidos por las fincas del entorno, en un radio de 200 metros. José Sequeiros se mostró muy afectado por la pérdida de sus ovejas y corderos, sobre todo porque 'hai uns cordeiros dun mes que quedaron sen nai, e unha das ovellas mortas estaba preñada'. También recordó que no es la primera vez que el ganado sufre un ataque. Hace cuatro años, el propietario de dos perros calificados como potencialmente peligrosos, que mataron nueve ovejas, tuvo que abonar una indemnización a través del seguro de responsabilidad civil contratado para los canes.
Los daños en la manada de José Sequeiros, a falta de realizar una valoración por su parte, oscilarán entre 1.000 y 1.500 euros, teniendo en cuenta que una de las ovejas estaba a punto de dar a luz. Las hipótesis que maneja la Policía Local en este caso apuntan a una posible 'sesión de entrenamiento' para caza mayor promovida por el propietario de los supuestos perros agresores, y coincidiría con el testimonio del párroco, Francisco Lovelle, que si bien no tomó datos de la matrícula del vehículo que avistó anteayer pudo detallar las características de un perro que deambulaba por el entorno del 'cruceiro' cercano a la iglesia. Otros testigos, vecinos de Sagra, también indicaron haber visto un perro similar por la zona.
Agentes del Seprona y de la Policía Local de Carballiño comprobaron que en las fincas donde apareció muerto el ganado quedaron marcadas huellas de pezuñas de perros de gran envergadura, similares a las de las razas mastín o rotweiler, dedicados preferentemente a defensa de propiedades y muy peligrosos a nivel de ataque.
Los investigadores descartan, en este caso, la presencia de lobos, como ya se hizo patente en algunas zonas del Macizo Central de la provincia.
FUENTE: LA REGION
