Los jabalíes amenazan a veces a los automovilistas, pues aparecen en la calzada y pueden causar un accidente; pero también miden los nervios y la destreza de otros. Así le pasó anteanoche al Grupo municipal de intervención rápida (Grumir) de Guitiriz, que limpió la calzada de la N-634 cerca de Teixeiro tras ser arrollados tres jabalíes, previsiblemente por un camión.
El empleado que estaba de guardia sobre las nueve de la noche -la plantilla está ahora reducida a los tres trabajadores con contrato fijo- recibió un aviso del 112 en el que se le pedía, ante la imposibilidad de contactar con otros servicios, que acudiese a un tramo de la N-634 situado ya en A Coruña para limpiar la calzada.
El trabajador de servicio, Pablo García, y otro empleado del Concello que programa los turnos del Grumir, Jesús Fonte, se desplazaron al lugar, situado a algo más de diez kilómetros de Guitiriz. Dos de los animales estaban muy destrozados, mientras que el tercero, también muerto, presentaba menos daños. En plena noche y en pleno campo, sin casas cerca, solo las luces del camión que habían usado y que tuvieron que aparcar en una pista porque no hay arcén les sirvió de alumbrado, mientras que sus trajes reflectantes les daban una pequeña protección para ser vistos por vehículos que pasaban.
«Fomos porque nos sentimos cunha obriga moral, por chamarlle dalgunha maneira», afirmaba ayer Fonte, partidario de que cada organismo debe hacer el trabajo que le corresponde. En poco más de 15 minutos apartaron la carne despedazada de dos animales y el cuerpo del otro, pero sin ignorar, como explicaba García ayer, el riesgo de trabajar a aquellas horas cerca de un cambio de rasante.
Los cuerpos de los animales, quizá dos crías y su padre o su madre, quedaron junto a la calzada, aunque el menos dañado fue movido por la noche. Con algo de humor, Fonte comentaba ayer que había carne «para un rexemento».
FUENTE: LA VOZ DE GALICIA
