Cuando regresaban a casa con el sabor agridulce de la igualada se toparon con un desafortunado jabalí que a la altura de Agualada (Coristanco) se cruzó en el paso del autobús del equipo. El conductor del autocar que trasladaba a los jugadores no pudo sortear al animal, que pereció en el acto. No es la primera vez que un ejemplar de estas características se pasea por las proximidades de la carretera AC-552, que comunica A Coruña con Fisterra. De hecho, esta especie tiene soliviantado el ánimo a un buen número de agricultores y ganaderos, que claman continuamente por medidas para evitar los gorrinos salvajes, demasiado aficionado al maíz y otros sembrados agrícolas.
Como consecuencia del percance, los jugadores tuvieron que apearse del ómnibus, ya que el vehículo no pudo continuar el viaje a causa de los daños sufridos en la parte delantera y porque había que esperar la presencia de los guardias de Tráfico para denunciar lo acontecido, aunque muy poco podrán reclamarle a la principal víctima del accidente. Los fútbolistas pudieron olvidarse del empate cosechado sacándole fotos al jabalí muerto y curioseando sobre sus condiciones, bastantes generosas, pues el ejemplar podía pesar unos 90 noventa kilos, según estimaba el responsable de los voluntarios de Protección Civil de Coristanco, municipio por el que podría deambular la piara de la que se despistó el infortunado ejemplar, que ayer vio terminados sus días debajo del autobús del equipo larachés. Media hora después del siniestro, los futbolistas pudieron reanudar sanos y salvos el viaje.
FUENTE: LA VOZ DE GALICIA
