La Xunta elaboró, a partir de los datos de incidencias de los últimos años, un mapa de daños provocados por el jabalí en los cultivos agrícolas que permitirá centralizar las medidas preventivas y de control y conseguir una mayor eficacia.
El conselleiro Samuel Juárez, junto con el director general de Conservación de la Naturaleza, Ricardo García-Borregón, presentó hoy en rueda de prensa los resultados de este completo estudio, que permitió elaborar una cartografía muy precisa de la incidencia de esta especie en los ayuntamientos gallegos.
Entre las actuaciones que llevará a cabo la Xunta, según explicó Juárez, está el seguimiento y control del cumplimiento de los cupos de capturas autorizados a cada sociedad de caza; la autorización inmediata sin comprobación de las acciones de caza por daños en ayuntamientos catalogados como objetivo 1 y 2 (así definidos por la mayor incidencia de daños en su territorio); el establecimiento, en períodos de cría de las especies, de la “espera” como modalidad única de caza; el fomento de la participación de cuadrillas de cazadores para actuar donde continúen existiendo serios problemas de daños y la revisión de las zonas vedadas.
Defensa de los cultivos
Además, se acometerán medidas tales como desbroces, decrúas y cosechas en los lugares que se estimen convenientes y se habilitarán medidas de auxilio que permitan la defensa de los cultivos (pastores, mallas de cierres, etc.).
Además, se acometerán medidas tales como desbroces, decrúas y cosechas en los lugares que se estimen convenientes y se habilitarán medidas de auxilio que permitan la defensa de los cultivos (pastores, mallas de cierres, etc.).
Al tiempo, Medio Rural propone el impulso de cambios legislativos y fórmulas de corresponsabilidad a nivel estatal y autonómico para hacer frente con mayor eficacia y equidad a los daños causados por el jabalí, así como un cambio profundo en los seguros agrarios para que se establezca una línea específica de protección de los daños que causan las especies silvestres.
Indicadores
En el estudio presentado hoy se localizan un total de 24 ayuntamientos gallegos que se identifican como objetivo 1, en los que tiene una especial incidencia este problema, a partir de una serie de indicadores (avisos por daños, expedientes instruidos por la Consellería, ayudas económicas solicitadas y cupos de capturas).
En el estudio presentado hoy se localizan un total de 24 ayuntamientos gallegos que se identifican como objetivo 1, en los que tiene una especial incidencia este problema, a partir de una serie de indicadores (avisos por daños, expedientes instruidos por la Consellería, ayudas económicas solicitadas y cupos de capturas).
Con todos estos datos se elaboró un “índice general” que permite dibujar un mapa detallado de los daños causados por esta especie en el conjunto del territorio gallego y planificar y aplicar así, con mayor eficacia, medidas correctoras.
Distribución por provincias
Por provincias, los municipios objetivo 1 son los de Ortigueira, Larouco, Santiso, Taboada, Vilarmaior, Negreira, Touro y Boqueixón, en A Coruña; en Lugo, se trata de los de Castroverde, Navia de Suarna, Becerreá, Láncara, Portomarín, Monterroso, Taboada, O Saviñao, Chantada y Carballedo y, por último, en la provincia de Ourense, los de Viana do Bolo, O Bolo, Manzaneda, Larouco, Montederramo y Arnoia, no existiendo ningún ayuntamiento con esta catalogación en la provincia de Pontevedra.
Por provincias, los municipios objetivo 1 son los de Ortigueira, Larouco, Santiso, Taboada, Vilarmaior, Negreira, Touro y Boqueixón, en A Coruña; en Lugo, se trata de los de Castroverde, Navia de Suarna, Becerreá, Láncara, Portomarín, Monterroso, Taboada, O Saviñao, Chantada y Carballedo y, por último, en la provincia de Ourense, los de Viana do Bolo, O Bolo, Manzaneda, Larouco, Montederramo y Arnoia, no existiendo ningún ayuntamiento con esta catalogación en la provincia de Pontevedra.
Calendario cinegético
Habida cuenta los datos recopilados e incorporados al informe presentado hoy por Samuel Juárez, Medio Rural establece un calendario cinegético del jabalí, que se resume de la siguiente manera: La temporada hábil para la caza de esta especie abarca, con carácter general, el período comprendido entre los meses de septiembre y enero, ambos incluidos; para los ayuntamientos catalogados como objetivo 1 y 2 se autorizará la caza mediante comunicación en el período que va de junio a febrero; para la caza por daños en el resto del territorio gallego, siempre mediante autorización, se establece el mismo período (junio-febrero); para la caza por daños, en la modalidad de espera con autorización, el período hábil abarca todo el año y, por último, para la caza en las vistas de otras especies únicamente se habilitan los meses de abril y mayo.
Habida cuenta los datos recopilados e incorporados al informe presentado hoy por Samuel Juárez, Medio Rural establece un calendario cinegético del jabalí, que se resume de la siguiente manera: La temporada hábil para la caza de esta especie abarca, con carácter general, el período comprendido entre los meses de septiembre y enero, ambos incluidos; para los ayuntamientos catalogados como objetivo 1 y 2 se autorizará la caza mediante comunicación en el período que va de junio a febrero; para la caza por daños en el resto del territorio gallego, siempre mediante autorización, se establece el mismo período (junio-febrero); para la caza por daños, en la modalidad de espera con autorización, el período hábil abarca todo el año y, por último, para la caza en las vistas de otras especies únicamente se habilitan los meses de abril y mayo.
Explosión demográfica
En el estudio presentado hoy por el conselleiro de en medio Rural se constata que la transformación del campo gallego propició una modificación de los cultivos agrícolas y esta transformación trajo de su mano una explosión demográfica de algunas especies, las que el nuevo hábitat les resulta especialmente favorable. De entre ellas destacan el jabalí y el corzo, que se han disparado hasta el punto de convertirse en un problema para las explotaciones agrícolas. Los daños a los cultivos por la fauna salvaje constituyen un punto de conflicto social en medio rural de Galicia.
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En el estudio presentado hoy por el conselleiro de en medio Rural se constata que la transformación del campo gallego propició una modificación de los cultivos agrícolas y esta transformación trajo de su mano una explosión demográfica de algunas especies, las que el nuevo hábitat les resulta especialmente favorable. De entre ellas destacan el jabalí y el corzo, que se han disparado hasta el punto de convertirse en un problema para las explotaciones agrícolas. Los daños a los cultivos por la fauna salvaje constituyen un punto de conflicto social en medio rural de Galicia.
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