16/1/10

La ultima parte de mí artículo publicado en el Faro de Vigo

Para evitar que la caza nos la manipulen en beneficio de unos pocos debemos hacer lo siguiente:
Asistir a nuestras asambleas de los cotos o tecores.
Debemos exponer en las asambleas nuestras quejas e ideas y solucionarlas llegando a acuerdos por votaciones secretas y por mayoría de votos.
Debemos organizar más asambleas durante todo el año.
Debemos unirnos todos los cazadores/as gallegos en un frente común que será una gestión cinegética más realista, eficiente y al mismo tiempo como grupo de unión hacer fuerza ante la administración para solicitarles ayudas y que se involucren más en la gestión cinegética.
La mayoría de los cazadores tenemos nuestras tierras en el coto o tecor, por lo tanto somos nosotros los que debemos tomar las decisiones siempre con la aprobación de la administración.
Crear zonas libres en los límites de los cotos para que todos tengan acceso a la caza libre. Todos los gallegos/as tienen el derecho de poder practicar la caza aunque no posean tierras.
De no ser capaces de hacer funcionar los cotos o tecores de una forma eficaz mejor sería que la caza fuese libre.
Algunos pueden pensar que quizás si la caza fuese libre no podríamos practicarla; pues habría mucha gente en el monte. Estoy seguro que si la caza fuese libre y gestionada por la administración o que los tecores funcionasen como y para que fueron creados, solo estaríamos en el monte los que realmente nos gusta la caza. Esos que yo defino como aficionados que van a nuestros montes en busca de carne, colgar en su cinturón el mayor número de piezas o esos que tienen intereses económicos, personales, etc. Seguro que abandonarían nuestros montes y la práctica de la caza. Solo me queda decir que sin la unión de los cazadores en nuestros cotos o tecores y al mismo tiempo trabajar en el monte los cazadores, la caza es una crónica de una muerte anunciada. Recuerdo como hace mucho tiempo cuando aún no existían los tecores había más unión y ganas de trabajar en nuestros montes y por la caza. Recuerdo que en mi coto se unieran los socios y trabajando construyeron una jaula para perdices en una zona del monte, con los pocos conocimientos que poseían fueron capaces de que en aquel año hubiese un censo de perdices muy bueno. Esa unión y las ganas por trabajar en nuestros montes la hemos perdido hace tiempo; por ello nos encontramos en la actual y triste situación de nuestra caza gallega. Mientras nos dejemos manipular por quienes ven la práctica de la caza como la forma de conseguir intereses económicos, personales, políticos, etc. estaremos terminando con nuestra caza y convirtiéndola en mercantilismo de unos pocos. Es la humilde opinión de un cazador gallego. Si desea más información puede visitar mi blogger: http://cazarengalicia.blogspot.com/

Autor: Manuel Villanueva