Cuando me llaman para consultarme sobre si es normal o no algún tipo de comportamiento en el perro de caza (durante la acción de caza) se tiende a pensar en el objetivo, piensan en que porque este perro no hace la muestra o no cobra o muestra inseguridad al alza del vuelo de la perdiz o el faisán de turno.
No pensamos en que en el proceso de capacitación muchas veces la mayoría de ellas nos comemos partes del proceso y por lo tanto dejamos al perro con partes del aprendizaje por poder vivir y retener.Hablamos de ejemplares en la etapa infantil y adolescente donde el cazador sabe lo que quiere obtener de su perro (la funcionalidad) y (la eficacia) pero se olvida de que para que eso ocurra primero deben aprender, desarrollar esas funciones para las que han sido seleccionados y criados (además de darnos compañía).